Vuelo de palabras

El sábado 19 de septiembre dio cierre al Festival Internacional de Poesía en Rosario un maratón de lecturas al aire libre en el que participaron más de 40 poetas.

Cerca de las once de la mañana, con un sol que ya vaticinaba una jornada primaveral, arrancó la actividad que reunió en la plaza Montenegro a un público heterogéneo con una clara intención: sumergirse en el inefable mundo de las palabras.

Composición de cuerpos. La mezcla

Desde el martes 15 de septiembre, poetas de Argentina, Chile, Brasil, Méjico, Cuba, Alemania, Colombia, Nicaragua, estuvieron recorriendo las calles y teatros de la ciudad de Rosario en el marco de un Festival que tiene a nuestra ciudad como sede desde hace 17 años consecutivos. El sábado concluyeron las actividades centrales con una lectura ininterrumpida de cada uno de los invitados, dando lugar a un espacio en el cual la mixtura de estilos y formas se entremezclaron con los sentires y afectos de quienes presenciaron el acontecimiento.
Versos provenientes de las orillas del Paraná hasta de recónditos pueblos de Finlandia, compartidas con jóvenes académicos, artistas bohemios, señoras románticas y hasta con algún distraído transeúnte que decidió hacer una pausa y sentarse a escuchar. Dos horas al vuelo, a gusto del volador.

Una apuesta al contagio.

La incertidumbre de los organizadores del Festival acerca de esta apuesta innovadora con relación a años anteriores, fue siendo disipada a medida que la gente comenzó a acercarse a la plaza y las voces de los poetas fueron teniendo cada vez mas oídos, y la ronda de mates cada vez más aperturas.
Como seña distintiva, la XVII edición del Festival de Poesía contó con una serie de propuestas tendientes a la amplificación del público, pensando en tener en esta oportunidad, una llegada más allá de los fieles amantes del arte lírico. Proyecciones de cine, espectáculos musicales, Ferias de libros, talleres con niños, y poesía en los barrios por fuera del macrocentro, son algunas de las ofertas que circularon en este sentido, y cual espiral exocéntrico condensó en la diversidad de asistentes al maratón del sábado por la mañana.

Palabras, palabras…

Desde la narración de un periplo en una ciudad en tránsito, la expresión de un instante de júbilo, la experimentación de y con el lenguaje, hasta un grito desgarrador producto de una experiencia de guerra…, todo ello pudo sentirse en las lecturas compartidas, en un encuentro donde la palabra fue la protagonista.
Palabras patéticas, divertidas, irascibles, abatidas, festivas, engañosas, ambiguas, y por sobre todo polisémicas, fueron las anfitrionas y convocantes, disparando la posibilidad de afectarse y en ello, modificarse. Palabras, otra vez palabras, nada más, ni nada menos. ..


Cierre del maratón. Yanko González, Poeta chileno. (un regalito)

Carolina Condito