martes, 20 de octubre de 2009

Ciudades que danzan, al sol, al son.

El Festival Internacional Ciudades que Danzan concluyó sus actividades en Rosario el domingo pasado, apostando a la mezcla de la danza, la arquitectura, y el público, un trinomio que bañado del ritual de paseo dominguero confluyó en un encuentro de cuerpos contagiados. Artistas de distintas partes del mundo se desplazaron por varios espacios del Parque España, llevando consigo a los espectadores durante más de dos horas en un viaje por el movimiento: lo efímero, lo perenne y lo seducido.


Lo Perenne

En el marco de El Cruce y el programa La Ciudad de nuestras vidas, Rosario se ha integrado a la Red Ciudades que Danzan (CQD), constituida por treinta y dos festivales europeos y latinoamericanos que cuentan con una programación en paisajes urbanos. Este año, los espacios de nuestra ciudad elegidos para ser habitados-bailados fueron el Parque Independencia el día sábado 17 y el Parque España el domingo 18. La idea de apropiación de los espacios públicos y de su arquitectura (arte de lo duradero por exelencia) mediante la manifestación artística no es algo novedoso -siendo por demás conocido en nuestro país el "ganar la calle" como estandarte post dictadura- aún así se trata de una propuesta que continúa teniendo llegada, y la ciudad de Rosario en los últimos años se ha encargado de explotarla.


Lo efímero

La danza contemporánea, el contact improvisación y lo clownesco acrobático fueron los anfitriones del encuentro. Solos, dúos y grupos que se expresaron desde el cruce de expresiones artísticas y ritmos musicales, pasando por el tango, la música clásica, el bolero y la electrónica, priorizando los afectos antes que los preceptos. La improvisación como herramienta de búsqueda expresiva que se hace presente: la rigurosidad de la técnica y la frescura del momento "aqui y ahora" de la perfomance que conviven. El domingo, uno de los grupos mas aclamados fue el colectivo artístico "Taperwair +Malotango combo" que tiene a Barcelona como punto de encuentro, pero que reune a artistas de Bélgica, Italia, Cataluña y Rosario.


Ana Calsina, de Cataluña, cuenta el "azar" que intervino en su presentación del domingo.








Lo seducido

Algo más de dos horas aproximadamente fue el tiempo que duró el encuentro, pero el sabor agradable de haber compartido esta experiencia estética es muy probable que haya perdurado en mas de uno de los cuerpos allí presentes. De las escalinatas a la explanada, de la explanada al césped, y del césped a los árboles..., el público tuvo que moverse de lugar para poder disfrutar de las distintas propuestas, que fueron siendo convocadas y "arengadas" por los propios artistas. Moverse para Con-moverse... algo de eso sucedió, a juzgar por las expresiones cambiantes que quien escribe pudo observar en los espectadores a medida que el espectáculo trancurría.


Nuevamente, la voz de la bailarina Ana Calsina, ante la pregunta por "el plus de bailar en espacios públicos"






Convivir con el buen vivir, vivir en el sentir..., Será que el proyecto nietszcheano de confluir arte y vida es posible...? (Tal vez sea preferible pecar de utópico pretencioso pero abrirse a sentir esas cosquillitas...) Y Salud!

Carolina Condito.


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