Las Didascalias surgen hace casi dos años a partir de la necesidad de re-crear y experimentar los distintos lenguajes expresivos del arte que atraviesan la formación de sus integrantes , tomando como eje característico la improvisación e intervención en espacios. Estares es una propuesta que funciona en este sentido: interdisciplinaria, participativa e itinerante, en tanto se convoca a artistas de distinas disciplinas y procedencias a instalarse en alguna habitación de una casa, a expresar-se, y en ello a compartir-se.
El lugar elegido para el que fue el último Estares del año 2009 no fue caprichoso: El Centro Cultural israelita de Rosario (CCir), un espacio históricamente de militancia política, actualmente en refundación a través de propuestas culturales y educativas por fuera de lo formal. Todos los espacios con los que cuenta esta casona antigua fueron apropiados y puestos en funcionamiento a través del dispositivo artístico elegido: Desde un altillo pequeñito como sala de lecturas, ajederez y de un "cuentacuentos" que oficiaba de anfitrión; hasta una cancha de basquet transformada en el escenario de un partido de fútbol jugado por equipos de clowns.
Muestras e Instalaciones permanentes y móviles.
El espacio estaba distinto a cómo puede verlo cualquier persona que concurre al CCir un martes a una clase de yoga: flores y velas brotaban por las ventanas, música y olores a comida recién hecha se infiltraban entre el público, quien a partir de las siete de la tarde, comenzó a arrimarse. De manera permanente fueron funcionando varias actividades, de modo tal que el público mismo podía decidir su destino en el encuentro. Como muestras permanentes, se presentaron: El espacio de pintura participativa, a cargo de Sebastián Mattheus (arquitecto y artista plástico) quien a partir de las pinceladas y propuesta del público, pasaba a intervenir los trabajos, dejando finalmente tres obras netamente colaborativas. También hubo muestras de fotografías de Santiago del Estero, a cargo de Abril Llebeili; grabados en la terraza; y un espacio de música electro-experimental destinado aquienes tenían ganas de moverse un rato
Momentos vivos y contagiosos
Los espectáculos que tuvieron lugar, en orden de participción de quien escribe, fueron los siguientes:
Un pasaje por la proyeción de "Sábado Hawaiano", avance de un cortometraje a estrenar el año próximo, a cargo de Patricio y Vicente (Barcelona y Rosario respectivamente), .
Seguidamente, se dirigió a la habitación de lectura libre y batalla de ajedrez, donde pudo disfrutar de Pablo, un cuentacuentos de la Plata, quien narró "La metamofosis", creación original basada en la apropiación de tres cuentos de Mario Benedetti y uno de Eduardo Galeano. Pablo dejó en claro el concepto del "Estares" al finalizar su narración: "yo les conté esto pero ustedes con sus caras, su silencio, sus risas, me contaron otra historia". De allí, directo a la cancha de basket, a escuchar a Guyramuyo -música andina-, un grupo de músicos que lograron asentar un clima que terminó de fluír con la presentación de la danza folclórica de la mano de León Meotto y Alejandra Valdes (didascalia). Un momento íntimo que devino en una chacarera colectiva con todo aquel que quisiera acercarse a contagiar-se. Devenirse de espectador a bailarín, costaba tan sólo unos metros (y deshinibiciones) de distancia.
El momento que indicó que la noche ya se había transformado en una fiesta fue el partido de fútbol de payasos con Eddie Morales como árbitro y a Bernardo como su aguatero. Un espectáculo que se movió entre movimientos grotescos, gags propios de la disciplina, y avivadas del público, quien ya no dudaba demasiado al momento de participar.
Entrada la medianoche, las Didascalias realizaron una performance donde combinaron el teatro, la danza y acrobacia, dando paso a la última banda invitada: Té Verde (reagee) concluyendo una jornada donde la mezcla de cuerpos afectos (por suerte!) se hizo presente.
Carolina Condito
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