Con la coordinación de algunos integrantes del Movimiento “Martín Fierro” pero iniciado y gestionado por los vecinos este emprendimiento cultural marca una parte importante de la vida de sus integrantes y se constituye en un espacio de identidad y referencia, para estos chicos y chicas de uno de los rincones olvidados de la ciudad.
La idea de organizar el taller, primero, y de constituir la murga, después, fue impulsada por un grupo de jóvenes que asistían a otro de los trabajos territoriales del Movimiento: el espacio de recreación y copa de leche que se desarrolla los días sábados.
Con el tiempo, algunos chicos más grandes del grupo empezaron a sentirse ajenos a ciertas actividades en las que convivían con los más chiquitos y propusieron organizar actividades relacionadas con el baile popular y la música. De esta manera, surge un nuevo grupo dentro de la organización, que toma los días viernes y organiza poco a poco este espacio ya consolidado pero en franco crecimiento.
La murga, nacida en Uruguay pero muy popular en Argentina y España, es un género artístico mixto que combina el canto coral con la danza y el teatro. Las letras suelen ser de alto contenido social y los instrumentos de percusión tienen un doble efecto positivo: por un lado, el anclaje constante con la tierra y con el suelo propio, y, por otro lado, su fácil ejecución (comparado con otros instrumentos melódicos).
Estas características del género permitieron a los integrantes problematizar en sus letras las dificultades del barrio y la mirada de otras personas sobre su realidad cotidiana.
Belén O'Brien, integrante del Movimiento Martín Fierro, nos cuenta sus vivencias con la murga.
Texto, fotos y entrevista por Bruno Preatoni
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